Sábado 4 de julio de 2015. Ya ha llovido desde entonces -literal, jejeje-.
Desde hace tiempo Alvarito nos estaba llorando porque era el único que no había subido la mítica vía Divertimento de la Peña Regaliz. Estaba claro, había que subir antes de que le diera la pataleta, jejeje.
Empezamos pronto la subida por los tornos de liordes y así conseguimos hacer la canal con sombra -estos días previos han sido de sucesivas olas de calor y estamos un poco cansados de tanto solete-.
Aún llevando peso, llegamos en poco más de hora y cuarto al collado que facilita el paso a la Vega de Liordes.
Una foto artística que me sacó Varitu en el collado, mientras disfrutaba del paisaje.
Desde el collado la aproximación hacia la base de la Regaliz es evidente y sencilla. Hay que bordear por la izquierda -Este- la Vega de Liordes, buscando la mejor y más cómoda traza.
Las Torres de las Minas de Carbón, Casiano de Prado y Llambrión... destacan sobremanera encima de la Vega de Liordes.
Ya tenemos encima la Peña Regaliz. La parte superior de la vía supera la marcada ceja que se aprecia en mitad de la pared. Sin embargo, para llegar a la base de la escalada aún tenemos que rodear el espolón rocoso que se aprecia en la parte inferior derecha de la foto, en dirección hacia el collado de Pedabejo.
Tras bordear el espolón, comenzamos una corta subida por una pradera inclinada hacia un característico muro, dividido por la mitad por un peculiar canalizo, donde empieza la escalada.
Alvarito acomete el primer largo (IV+) y monta la reunión en un puente de roca situado junto al agujero con una marcada mancha blanca.
En la anterior ocasión que hice esta vía -cordada de dos- enlacé este largo con el segundo, para lo cual tuve que planificar bien la colocación de las cuerdas y evitar los "codos". Sin embargo, en este caso íbamos tres en la misma cordada, siendo recomendable en estos casos detenerse en esta reunión -puente de roca-, pues la travesía totalmente horizontal que viene después, unido al siguiente paso verticla, provoca de forma irremediable un notable rozamiento. Hay que tener en cuenta que en cordada de tres, en la travesía hay que pasar las dos cuerdas por todos los seguros, pues en caso contrario uno de los segundos de cuerda se acordará de vuestras familias.
En definitiva, si vais dos, podéis empalmar los dos largos teniendo cuidado en la colocación de las cuerdas. Si sois una cordada de tres, tomad nota de donde se ubica la primera reunión.
Aquí tenemos un detalle del puente de roca de la primera reunión.
Valeriano se pone con la travesía del segundo largo (-Vº, un paso de adherencia a la salida de la reunión).
Superada la travesía hay dos opciones: 1º) Subir, como hace Vale, por un marcado canalizo negro -típico del Fresnidiello-, donde hay que tener cuidado a la salida del mogote herboso (Vº); 2º) Seguir un par de metros la travesía (Vº) hacia el diedro y subir por el cuerdo de roca. Sea cual sea la opción elegida, a los pocos metros encontramos una reunión en un pequeño nicho.
Alvarito disfrutando como "marrano en pocilga".
El tercer largo asciende por un diedro situado justo encima de la reunión (IVº). A los pocos metros la verticalidad disminuye y se sube todo lo posible para alcanzar la vira horizontal que divide la vía en dos partes.
Aquí tenemos a Alvarito en la tercera reunión. Desde aquí subimos en ensamble hacia el inicio del siguiente largo.
Estamos ya debajo de la marcada ceja que se veía desde la base de la pared. Valeriano sube por el diedro que forma esta "ceja" por terreno sencillo y disfrutón (IIIº+)
Aquí le tenemos en la cuarta reunión.
Ahora me toca a mí pelear con el desplome del quinto largo. Desde la reunión se hace una travesía evidente hacia la marcada fisura por la que se supera el desplome (Vº+).
Aquí toca apretar y tirar de brazos para llegar a un providencial puente de roca del que se tira a fuego para superar el desplome -lo que cuesta con la mochila a la espalda, jejeje-.
En vez de montar la reunión en el puente de roca -algunos la hacen ahí para evitar rozamiento- subo unos metros por terreno sencillo -canalizos tumbados-.
El sexto largo sigue la misma tónica, y nos deposita en la base de un par de diedros donde tenemos que decantarnos por qué salida vamos a buscar -por la izquierda se acaba saliendo por terreno más sencillo, y por el de la derecha se sube hacia un canalizo expuesto por el que se asciende más directo a la cumbre-.
Yo ya había subido por el de la izquierda, así que doy instrucciones a Alvarito para que se meta en el diedro de la izquierda -empieza justo donde se encuentra en la foto, sacada desde la reunión previa-.
Pedazo vistas tenemos. Qué divertimento!!!!
Alvarito monta la séptima reunión bajo un desplome. Por su izquierda se aprecia el marcado canalizo que tendremos que superar en el octavo y último largo.
Intento hincar el diente al canalizo de forma directa, pero el desplome inicial y la ausencia de manos, me llevan a concluir que la subida más lógica discurre un metro por la izquierda. Ahí me aúpo a una laja desde la que hay que incorporarse al canalizo. Aquí tenemos un par de pasos de adherencia en los que veremos el último seguro muy lejos y la repisa que se encuentra bajo él muy cerca... jejeje. Consigo meter un friend de mala manera en el canalizo -un poco romo- y tiro para arriba. Superado este paso (Vº expo), se llega a un desplome que se supera muy fácil de forma directa, al tener muy buenas manos. La cumbre ya está a escasos metros y monto la reunión en un bloque de piedra situado en la misma cima.
Recogemos la cuerda y seguimos la arista, no bajamos por la pedregosa canal sita al Suroeste -descenso habitual-, ya que pretendemos llegar a la Torre Pedabejo.
Miguel
Alvaro
Valeriano
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