Estamos en plena temporada de escalada y no puede faltar la visita obligada al Fresnidiello. Aprovechamos un sábado en el que tenemos que estar pronto de vuelta a la civilización para acercarnos otra vez a este murallón.
La vía elegida en esta ocasión es "Los Ojales", la cual discurre por la parte central de la pared, siguiendo uno de los marcados canalizos que ascienden directos hasta el collado que une las dos cumbres del Fresnidiello.
La aproximación al inicio de la vía es corta -en media horita se puede llegar-, por lo que optamos por no madrugar mucho y así aprovechamos para que de tiempo a secar un poco los paños por los que vamos a ascender, pues la noche anterior había llovido.
En esta foto hemos dibujado el recorrido aproximado de "Los Ojales", la cual comienza en una placa situada unos 50 metros por debajo de un techo. Este se evita mediante una marcada travesía, que efectuamos una vez superamos la placa de adherencia y nos llevará a la primera reunión. A partir de ese momento el recorrido es, en términos generales, bastante directo, siguiendo una sucesión de chorreras típicas de esta pared -negras, asperas y con multitud de relieve en su interior-, hasta que se llega al collado.
En esta foto se puede ver el inicio de la vía, que discurre por una placa de adherencia que se encuentra entre las chorreras por las que ascienden las vías adyacentes -a la izquierda "Los Capitanes" y a la derecha "Sin una duda razonable"-. Se puede apreciar el techo inicial, que se sortea por la derecha -la vía "Los Capitanes" supera el desplome directamente, por lo que si nos metemos debajo del techo es que nos hemos equivocado de vía-.
En esta foto se aprecia el lugar por el que discurre el tramo más duro del primer largo -6a en una placa de adherencia, asegurada con dos parabolts y un puente de roca-. A la izquierda podéis ver la marcada chorrera por la que comienza "Los Capitanes", donde también hay un par de parabolts.
Superado el paso de adherencia, comienza la travesía a la derecha para esquivar el techo. Aquí también encontramos algún seguro -parabolt- para asegurar la travesía hasta la reunión, la cual no se ve hasta que prácticamente estamos en ella.
Foto tomada desde la reunión, donde se puede observar el recorrido que hace el primer largo.
El segundo largo discurre por la vertical de la reunión, siguiendo una chorrera negra donde inicialmente no hay forma de meter ningún seguro hasta el punto donde la pared pierde algo de verticalidad -unos 8 metros-, lugar donde encontramos el primer puente de roca. Lo bueno es que estas chorreras se suben de maravilla (IV).
Superada la chorrera, seguimos en vertical unos metros y finalmente nos desviamos hacia la izquierda para llegar a la reunión -esta foto está sacada desde el lugar donde se encuentra la segunda reunión-.
El tercer largo asciende por terreno sencillo, superando varios tramos de canalizos. Vamos encontrando puentes de roca con cordinos que nos indican que seguimos la vía. La reunión se encuentra justo bajo el techo.
Desde aquí podemos ver la progresión de otros escaladores que están metidos en la cercana "Elixir para Calvos". Vamos!!!
Inicialmente se atreve con el desplome Alvarito, pero, tras intentarlo por el lado derecho, llegó con las fuerzas justas al tramo donde hay que apretar, motivo por el que me dio el relevo. Tras la exploración efectuada por mi compi, fui directo a subir por la izquierda del primer parabolt. Poco después se llega otro parabolt, tras el cual hay un cordino pasado por un puente de roca que marca el fin de las dificultades. El techo desploma un poco, pero hay agarres suficientes y buenos apoyos para los pies (V+).
Lo que queda hasta la siguiente reunión es terreno sencillo. Sin embargo no nos podemos confiar, porque en el Fresnidiello ya se sabe, cuando el terreno es sencillo escasean los seguros.
Aquí tenemos a Alvarito llegando a la reunión. El ambiente es espectacular!!!
Para terminar la vía aún nos queda un largo sencillo, el cual nos deposita en el collado.
En la última reunión decidimos dar por terminada la jornada. Antes del descenso, el selfie de rigor, jejeje.
Las vistas hacia Sotres son privilegiadas.
Toca volver a por la furgo, que la tenemos abandonada allí abajo -si os fijáis se llega a ver... es la segunda por la derecha del aparcamiento-.
Rapelamos la misma vía, siguiendo las reuniones de subida, si bien encadenamos los dos últimos largos, ya que cuando tiramos las cuerdas pudimos comprobar que nuestras cuerdas llegaban justitas hasta el suelo.
Llegados al suelo, hacemos una foto a otra cordada que desciende de Separación Real.
Y, para terminar la jornada, solo nos falta atravesar con cuidado el Duje, no vaya a ser que nos mojemos... Pedazo crecida llevaba, jajaja.
Con el buen sabor de los deberes cumplidos, nos dirigimos a Arenas para cumplir el ritual -calimocho rico y un poco de queso-. Da gusto, han llegado las noticias de nuestra ascensión hasta el pueblo, pues nos reciben con gaitas y tambores. Que gente más maja!!! jejeje.
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Miguel
Alvarito
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